Visita a Salzburg y Wien
Día 23 de
Noviembre de 2001:
El día amanece nublado y nevado. Todo anima a
seguir durmiendo, pero Antoine, - todavía con el recuerdo de la cena japonesa
que se había celebrado en la vispera- para el despertador con un golpe seco y
se levanta de la cama.
Son casi las ocho de la mañana cuando llega al
spar, y compra los Brots de rigor,
para hacer los bocatas con los productos Bermer. Después de hacer un par de
deliciosos sandwiches con una roulada croata, parte hacia la estación.
El tren proveniente de München hace su parada
en Prien con unos minutos de retraso.
Después de una larga carrera a lo largo de
toda la estación para alcanzar los primeros vagones en los que Sil espera;
Antonio entra exhausto en el vagón.
Besitos de rigor...y durante los calurosos
saludos el tolila se extraña del poco equipaje que lleva su amada.
Después de una hora, durante la que me
pregunto como es posible que Silvi se haya olvidado de las dos únicas cosas que
yo deseaba ferviertemente que trajera ( saco de dormir y mi ropa limpia ), el
tren llega a Salzburg.
Cambiamos dinero a schillings austriacos (
coño!!...con esto de la comunidad económica europea y la igualdad de lenguas de
Alemania y Austria se me había olvidado completamente la movida de las monedas
).
El temporal es impresionante. La ventisca no
nos deja alzar la mirada...De
hecho nos pasamos por delante de la Mozart Geburstaghaus, y ni si
quiera la distinguimos. Después de una vuelta por toda la ciudad conseguimos
encontrar el edificio.
Es un museo encantador instalado en la casa en la que el
compositor clásico vienés vivió durante los primeros veinte años de su vida.
En el museo se describe bien la vida de la
burguesía austriaca, el clero dominador de la ciudad y como no, la vida de los
músicos, el mecenazgo, y la composición.
Después de manducarnos algunos de los bocatas,
proseguimos la excursión por la ciudad. Subimos al monte Mönchberg,
desde el cual hay unas vistas expectaculares. Merece la pena subir, aunque los
castillos en el interior del monte no los visitamos, porque no prometen nada.
Con una ligera mejoría en el cielo, nos
encaminamos hacia la iglesia del pueblo, y el cementerio – Reconozco que la
fijación de mi novia por los cementerios me ha llevado por ahora a algunos
realmente curiosos ¡!-.
Por la tarde y antes de marchar hacia la
estación nos dirigimos al Café Tomaseli.
Allí Sil y yo nos tomamos un chocolate con
nata y ron respectivamente que consiguen entonarnos.
Después de un rato, cogemos el tren con
destino a la capital austriaca. Los dos caemos rendidos.
La llegada a Viena no puede ser más
desoladora. Después de la limpieza el orden, y el encanto de Munich, e incluso
Salzburgo, nos encontramos una estación caótica, sucia y desagradable.
Para colmo llamamos a Franky y no nos
responde. Pasados unos minutos y después de haber confirmado que Tobías va
hacia a su casa en esos momentos nos ponemos rumbo a Joseph Strauss 37 / 7.
Allí nos abre Marco, un compañero de Salzburgo
de Tobias que ahora comparte piso con este emblemático miembro de la famille
Erasmus.
La casa es la hostia. Un puñetero desastre.
Todo anda por los suelos y no exite ni orden ni concierto. Tob llega más tarde
y nos enseña su habitación. Si la casa en general causaba mala impresión al
entrar, la habitación de Tob es para que se te caiga el alma al suelo.
Un tablón con forma de mesa, una estantería
desordenada, un equipo de música desorbitadamente desproporcionado para el
tamaño de la habitación, y una plataforma suspendida en el techo donde duerme
nuestro amigo, conforman el zulo.
Tobias nos explica con cariño el curioso
mecanismo de su “dormitorio para dos”.
Existe un trampilla para subir a la plataforma
donde debemos colocar los dos colchones.
La superficie de la plataforma es exactamente
la misma que la de los dos colchones, con lo cual una vez colocados los dos, no
se puede abrir la trampilla, y por lo tanto ni subir ni bajar del techo.
Después de una simpática fiesta en casa de uno
de los amigo de Franky, en la que Antonio construye algunas curiosas frases en
alemán, este curioso trio formado por Tob, Sil, y Ant, vuelve a casa.
Sil y Ant suben al techo para dormir, y con
una sonrisa se congratulan de que no se les haya olvidado hacer nada....Todo
ello por supuesto con la luz de la habitación encendida. Después de hacer un
sandwich con los dos colchones para que Sil pueda bajar a apagar la luz ¡?,
nuestra pareja cae en un profundo sueño.
Dia 24 de
Noviembre de 2001:
Antoine despierta a Tob que yace en una cama
del pasillo. Después de un “suculento” desayuno compuesto por Loops de kellogs con gumibär
sobrenadando por la leche, los tres chiquillos se encaminan hacia el Zentrum de
la ciudad. Todo el centro de la ciudad está rodeado por una calle llamada
Ringstrasse que sustituyó en el siglo diecinueve a la muralla que rodeaba
ciudad.
Visitamos la Stephandom, y desde la
catedral de Viena por la perpendicular peatonal a Graben alcanzamos la Opera,
paseamos por el Hofburg, los museos de la plaza de Maria-Theresien y
entramos en el de Ciencias Naturales.
Tobias nos lleva después al uno de los típicos
restaurantes vieneses en el que nos zampamos un Schnitzel, y yo un
Schweinbraten con Knodeln delicioso. El sitio se llama Schnitzelwirt, y
está en la calle Neubaugasse 52.
Por la tarde quedamos por el centro con Franky
y nos vamos juntos a un maravilloso barrio Am Spietelberg donde existe
un mercado con artículos de decoración, navideños, y donde nos tomamos unos
deliciosos Glühwein y Punch.
Después entramos en una cafetería que conocen
ellos y más tarde en un Irish Pub (Charlie P´s)
En este último local tenemos la oportunidad de
conocer a dos amigos de Tobias.
Ambos llegan a la mesa donde nos encontramos
ya descojonandos. Parece que se han metido un par de tripis o algo así.
Uno de ellos al despedirse de nosotros intenta
pegarle un muerdo a Sil. Ésta un tanto escandalizada aguarda en el soportal del
bar para contarmelo...
Vuelta a casa de Tob.
Día 25 de
Noviembre de 2001:
El clima acompaña. Es un día precioso, y por
ello decidimos ir al palacio de Belvedere. Vamos andando ya que no está
muy lejos de casa de Tob. El Palacio es majestuoso, pero lo que más me asombra
es la colección de arte que existe en las dos plantas superiores.
Se dice que este palacio cuenta con la
colección de pintura austriaca más importante del mundo.
Lo corraboramos..En el primer piso pinturas de
Klimt ( El Beso ), Schieler, Kokoshka,..
El segundo piso merece menos la pena. En el se
exponen pinturas clásicas y románticas de la Viena del Siglo XIX.
Tobias se empieza a poner nervioso porque tiene
partido a las tres. Salimos del museo con poco tiempo, y nos separamos en la
estación del metro, a los cinco minutos Franky nos espera en otra parada. Aquí
me doy cuenta de lo currado que lo tienen los dos. No nos dejan ni un minuto
paseando solos...Les quiero.
Con Franky, paseamos por la zona de Donauinseln,
y por la zona de la ONU, la
torre desde la que se divisa toda la ciudad.
Nos tomamos un café en lo alto de esta mole de
piedra. Es un restaurante giratorio que permite divisar la totalidad de la
ciudad : Stephandom, Grinzin, Plater, ...
Después de dar una vuelta por una exposición
de juegos de niños que se exhibe cerca del edificio de la ONU compramos algo
para hacer una carbonara en casa de Franky.
Es domingo. Sin embargo los supermercados de Viena
abren sus puertas al público para supuestamente ofrecer los productos básicos
al público.
Los artículos que se consideran de lujo están
cercados por una jaula. Curiosos estos austriacos.
Después de comprar lo necesario nos
encaminamos hacia casa de Frany. A la salida del metro divisamos uno de los
edificios de Hundertwasser: es el Müllverbrenungsanlage. Es
genial!!, con mogollón de colores llamativos, completamente vanguardista, y se
dice que en su interior no existe ningún ángulo recto..Curiosísima.
Agradabilísima comida en casa de Franky con
Tob. A la sobremesa se une uno de los compañeros de Franky de piso. Es un tio
majísimo con el que pasamos un rato muy entretenido.
Nos enseña fotos del palacio de Schönbrun,
mientras el teléfono de Franky suena incesantemente porque su amada le hace
llama-cuelgas sin parar.snif snif.
Franky que antes parecía triste y serio, llena
el ambiente de buen humor y buen rollo bromeando sobre su relación telefónica
con la preciosa Marisa... como el asegura a eso de las diez de la noche todas
las días se alcanza un climax que le hace vibrar..je je .
Nos despedimos de Franky porque al día
siguiente tiene curso y parece que va a ser complicado verle. Nos vamos hacia
casa de Tobias.
Dia 24 de
Noviembre de 2001:
Es nuestro último día en la capital austriaca.
Nos levantamos “pronto” y nos dirigimos con Tob hacia el palacio Schönbrunn.
La verdad es que en lo que es el edificio no
entramos, pero pasear por los jardines se convierte en una delicia. Existe un
coqueto laberinto en el que bromeamos los tres, unas ruinas romanas bastantes
curiosas, el zoológico más antiguo de Viena, unas fuentes maravillosas, y en la
Gloriet se pueden disfrutar de unas de las mejores vistas de Viena.
Después de disfrutar de este paseo, y después
de tener que decirle a Tob, que se está haciendo tarde, y que es mejor volver
hacia el Zentrum para tomar algo, y que el vaya a clase, abandonamos el Schloss
entre risas y bromas.
Llegamos al Zentrum donde Tob y yo nos tomamos
una pizza bastante cutre, mientras Silvi nos acompaña con un Kebbab que es más
grande que ella.
Dos o tres horas después de que Silvi termine
su comida y después de despedirnos de nuestro amigo con unos de los abrazos más
profundos que recuerdo, subimos hacia la Ópera para visitarla con un guía.
Si bien era un poco excéptico ante la idea de
esta visita, debo reconocer que me sorprende muy positivamente esta visita.
Pasamos por todas las salas incluida por
supuesto el teatro en sí . El guía se lo curra mogollón e invierte un gran
tiempo en explicarnos la historia del teatro, los grandes músicos que han
pasado, ...
Después de esta agradable visita, nos
compramos la clásica Sachertorte, el Rol ( una especie de brazo de gitano con
nata buenísimo ), y una especie de Donut sin agujero y relleno de mermelada
para el viaje que se llama Kreber??
El regreso a casa se produce sin incidencias,
...Bueno sí, una y bastante desagradable; Mientras me doy el lote con Sil dos
agentes especiales de la policía Alemana se meten en nuestro compartimento y nos
piden nuestra Personalausweis...con el acojone lógico le doy mi pasaporte
caducado. El agente con mi pasaporte se lo enseña a su compañero y le advierte
que está caducado. Este asegura que no hay problema por tratarse de un
pasaporte español...je je ¡!.
Sin nada más que notificar llegamos a Prien,
donde Sil se queda a dormir.
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